Artículo que se refiere a la definición de la naturaleza y los fines de los llamados géneros cinematográficos, teoría considerada como una empresa ideológica urgente que debe contribuir al refinamiento de la crítica industrial y a la creación de las condiciones de posibilidad teóricas de un cine en libertad. Destaca las características fundamentales que deben ser tomadas en cuenta al enfrentar al cine industrial: 1/El debilitamiento de las funciones del nuevo cine y el incremento de la dominancia del cine genérico; y 2/La arrogancia de ciertas justificaciones estéticas e ideológicas enmarcadas dentro del pensamiento post-moderno. Señala que a esa labor deben concurrir diversas disciplinas de las ciencias humanas. Indica algunos lugares especialmente problemáticos de las teorizaciones más usuales sobre el género, señalamientos que define como no sólo insuficientes y esquemáticos, sino también fragmentarios e inconexos pero, apertura a posteriores desarrollos. Considera que industria, función ideológica y público, son tres ámbitos en que debe andar la teoría cinematográfica. Esos elementos deben confluir en la construcción de la imagen global del universo del cine industrial. Apunta que la vía más expedita para la reactivación del cine genérico es aquella a través de la cual se elimine cualquier concepto de realidad, encerrar al cine en una especie de parodia, de circularidad, de imposibilidad de salir de sí mismo. En un mundo donde el principio de realidad parece haberse debilitado, donde los grandes relatos explicativos ya no tienen lugar, esta operación ciertamente inversa a la de los géneros tradicionales, pero que mantiene su esencia ideológica no es más que la consagración de un mundo astillado, sis síntesis concebible y donde toda codificación es igualmente válida e igualmente falsa.